Manolito, anda, ve y dale un beso a Carmencita.
El niño va y le da un morreo apasionado, que hace que intervenga la madre :
No, ahí no, en la mejilla.
Y la niña, contenta, se pone a gritar :
¡ Eso, eso, en la almejilla,
en la almejilla !
12: Pues me han salido un pelos en el conejo
4: ¿¿¿Sí???
¿¿¿Y te molestan para follar???
la madrugada. Es que verás, papá, he tenido mi primera experiencia sexual.
¡Ah, hombre! Esto lo cambia todo. Venga, siéntate y cuéntale a tu padre con confianza cómo ha ido...
¡Sí! ¡Culo tengo
yo para sentarme ahora!
totalmente en pelotas y con una mano en la polla. El portero escandalizado le pregunta:
-"Pero Ud. que se ha creído, esto es un baile serio ¿cómo es que se presenta así?"
-" Vera, yo es que vengo disfrazado de refrán..."
-"¿Como? "
-" Pues si, de "Más vale pájaro
en mano que ciento volando"
Ven paca nena , te voy a echar un
polvo que vas a cambiar hasta de color.
- ¿Hay buenos premios?
- Mire, el primero es un yate.
- ¡Joder con la Duquesa! - contesta el cliente.
- No, ese es el segundo premio -puntualiza
el vendedor.
- Al quinto coño.
- Doctor -le dice-, cada vez que entro en casa, mi perro quiere montarme.
Es desesperante, ¿qué puedo hacer?
El veterinario la mira serio y le responde:
- Pues, lo único realmente eficaz para que el animal pierda su apetito sexual es caparlo.
- ¡Jesús, si que es drástico usted! -exclama la mujer-. ¿No podría simplemente cortarle las uñas y
mejorarle el aliento.
- Mamá, ¿tú podrías enseñarme a mantener satisfecho a mi marido?
- Pues, hija -le contesta la señora, un poco ruborizada-, resulta que cuando dos personas se quieren,
hacer el amor es el acto más maravilloso del mundo y...
- Ya sé follar, mamá
-la interrumpe la joven-. Lo que necesito aprender es cómo se hace
una paella.
le está pasando la navaja por la cara, el hombre se percata, con el rabillo del ojo, de lo buena que está
la mujer que le atiende las manos. Le dice sin poder contenerse:
- Oye, chata, te invito a comer cuando termines aquí.
- No, gracias -responde ella-. No puedo, estoy casada.
- Anda, guapa -insiste él-. Dile a tu marido que saldrás con una amiga.
- Dígaselo usted. Le está afeitando.