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Monforte de Lemos,
el feudo de los condes
Dice el escritor romano Plinio que la tribu celta de los lemavos ocupaba la depresión de Monforte antes de la romanización del territorio. La capital de los lemavos era el castro llamado Dactonio, que estaba situado sobre el monte de San Vicente, el núcleo de la villa actual. De hecho, el nombre de la población significa “Monte Fuerte de los Lemavos”, lo que indica que el castro celta estaba situado sobre una colina fácil de defender. Alrededor de este promontorio se extienden hoy grandes superficies de viñedos, de los que se obtiene el reputado vino de la Ribeira Sacra, uno de los productos más apreciados de esta zona, como también los distintos tipos de setas que dan origen durante el mes de noviembre a la importante Semana Micológica Gallega.
Con posterioridad al ataque árabe del siglo VIII se fundó el monasterio de San Vicente del Pino, que debe su aspecto actual a las reformas realizadas en el siglo XV. Cuando la casa de Lemos recibió el privilegio de refundar la ciudad, allá por el siglo XII, se levantó junto al monasterio el castillo de los condes, del que se conserva la enorme torre del homenaje. Su mirador almenado ofrece la mejor vista de Monforte y de toda su comarca, en la que se encuentra el famoso cañón del Sil. Sobre la misma colina se construyó más tarde el pazo de los condes de Lemos, junto a los restos de las antiguas murallas con sus puertas. Algunas de las calles con mayor sabor medieval del casco antiguo arrancan precisamente de las murallas. Son las rúas da Cadea Vella, Fornos o Burato, con sus casas nobiliarias y sus ilustres fachadas blasonadas.
En el siglo XVI, la comunidad judía de Monforte imprimió a la villa una gran vitalidad comercial, que propició la construcción del puente sobre el río Cabe, al que se atribuye un origen romano, y del Colegio de Nuestra Señora de la Antigua, llamado el «Escorial gallego» por sus similitudes con el famoso monasterio madrileño. Entre los muchos tesoros que alberga el edificio, destacan los dos cuadros de El Greco que se exhiben en su Museo de Pintura. Algo posterior es el convento de las Clarisas, fundado por el VII conde de Lemos y su esposa, Catalina de la Cerda, quien se retiró a él al quedar viuda. El edificio encierra un interesante claustro y un valioso Museo de Arte Sacro.
Son numerosos los establecimientos en los que se puede degustar la deliciosa gastronomía local, pero el ambiente más apropiado para hacerlo es la comida campestre que se celebra en el marco de la romería de Diomondi (agosto), cuando la tradición manda servir empanada, pulpo y churrasco.
 
Colegio de Nuestra Señora de la Antigua

Turismo al aire libre

El Ayuntamiento de Monforte de Lemos ofrece la posibilidad de practicar múltiples actividades para disfrutar al máximo de la naturaleza; entre ellas, caza, pesca, descenso de cañones, bicicleta de montaña, vuelo en parapente, escalada y senderismo por numerosas rutas de interés.