Parador fronterizo con Portugal construido en piedra de granito y madera de castaño reflejando fielmente un Pazo rural gallego, en un entorno montañoso y fluvial, ideal para los amantes del deporte y de la naturaleza. Desde su jardín se divisa la Catedral de Tui, monumentos Sacros y una maravillosa panorámica del rio Miño. Durante su temporada se puede degustar suculentas lampreas y angulas a la tudense junto con los pececitos de almendra de las monjas de clausura Encerradas.