Cuando los naranjos que se cultivan en el litoral de la provincia de Castellón se llenan de flores blancas que desprenden un olor característico se comprende el motivo por el que se ha dado en llamar Costa del Azahar a este tramo del litoral español. Los naranjales ocupan la mayor parte de la planicie que se extiende junto a la costa, pero desaparecen hacia el oeste, cuando el territorio se eleva para formar las colinas y las montañas del interior de la provincia, que encierran tantos atractivos como la propia línea marítima. Esta última cuenta con largas playas de fina arena.
Principales poblaciones
Alcocéber o Alcossebre es un centro de veraneo dotado de un excelente puerto deportivo y de buenas playas. Los restaurantes del lugar sirven deliciosos frutos de mar.
Benicarló limita por uno de sus flancos con el mar y por el otro con una extensa huerta de regadío, de la que proviene buena parte de la riqueza económica de la población. También la industria del mueble contribuye a la prosperidad de este reputado centro de veraneo, que se enorgullece de la monumentalidad de la iglesia barroca de San Bartolomé.
Benicasim o Benicàssim es una ciudad volcada hacia el mar a través del largo paseo marítimo que flanquea sus cinco playas, amplias y extensas. Desde la cumbre del pico Bartolo se divisa una magnífica panorámica de esta población que pone al servicio de los veraneantes su escuela de vela y las empresas especializadas en la práctica del submarinismo. Sobre el espolón quedan algunos restos del castillo de Montornés.
Castellón de la Plana o Castelló de la Plana es la capital provincial y la ciudad más importante de la zona. En su casco antiguo casi se entrelazan la plaza Mayor, la plaza de la Pescadería y la plaza de Santa Clara, que encierran los mejores vestigios del pasado, incluida la concatedral gótica de Santa María.
La ciudad se llena de animación durante las Fiestas de Santa María Magdalena, en las que destacan la ofrenda de flores a la Virgen de Lledó y el desfile de Gaiatas. En el cercano Grao de Castellón hay un magnífico puerto deportivo y un sinfin de instalaciones turísticas.
Oropesa de Mar u Orpesa es una localidad pujante que tiene como máximos atractivos sus playas y su deliciosa gastronomía. El casco antiguo, con pintorescas casas encaladas, esta dominado por las ruinas del castillo medieval.
Peñíscola o Penyíscola debe su nombre al tómbolo o pequeña península sobre el que se asienta su casco antiguo,
rematado por el imponente castillo del siglo XIV que fue residencia del controvertido Papa Luna, Benedicto XIII, y se conserva en prefecto estado.
Un conjunto de calles empinadas y misteriosas conduce a las instalaciones del castillo, desde las que se divisan espléndidas panorámicas. Esta parte de la ciudad, vista desde la amplia playa que se extiende hacia el norte, compone una bonita estampa.
Vinaroz o Vinaròs es famoso sobre todo por sus langostinos, que gozan de una gran reputación. Este delicioso manjar es el centro de las animadas fiestas que se celebran en el mes de agosto, cuando todos los restaurantes de la localidad ofrecen sus mejores especialidades con los langostinos como protagonistas.
Un agradable paseo marítimo recorre la extensa playa del Fortí, la más concurrida, pero existen también simpáticas calas aptas para el baño. Durante las horas libres se puede visitar la bella iglesia parroquial de la localidad.
Curiosidades
L’Alcora, una población situada en las proximidades de la costa, es famosa por su artesanía de cerámica. Esta actividad, que goza de siglos de tradición, se concreta en la elaboración de los objetos más variados, que se ofrecen a la venta en los comercios del lugar.
El Barranco de la Valltorta es un estrecho valle rodeado de agrestes vertientes montañosas, con numerosos abrigos en los que el hombre prehistórico dejó algunas de las pinturas más representativas del llamado arte rupestre levantino. La visita guiada a las cuevas parte del museo monográfico situado en Albocàsser.
Actividades lúdicas
Visitar la gruta de San José, en la Vall de’Uixó, con bonitas formaciones de estalactitas y estalagmitas y un río subterráneo que se puede recorrer en barca.
Contemplar proyecciones sobre la bóveda celeste en el Planetario de Castellón de la Plana, situado junto a la playa del Pinar.
Asistir al ritual de la matanza del cerdo en alguno de los pueblos del Maestrazgo, la comarca situada en el interior de la provincia.
Practicar el senderismo en los magníficos parajes del Desierto de las Palmas.
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Puesta de sol en Peñíscola
Puerto pesquero de Benicarló
VISITAS RECOMENDADAS
Onda, población declarada conjunto histórico-artístico que elabora una reputada cerámica.
Alcalà de Xivert, una localidad situada sobre una colina que conserva una interesante iglesia parroquial y el castillo de Xivert.
Desierto de las Palmas, cerca de Benicàssim, un enclave declarado paraje natural por la riqueza de su flora, que alberga un convento carmelita digno de verse y en el que se puede adquirir el famoso licor carmelitano.
Sant Mateu, un bonito núcleo monumental que produce un reputado queso. |
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GASTRONOMÍA
Uno de los grandes atractivos de la Costa del Azahar es su cocina marinera,
que descansa en tres puntales: el marisco (langostinos de Vinaròs, almejas, mejillones y caracoles de mar), los arroces (sobre todo el arrós-seixat, con caldo de pescado) y los platos de pescado (suquet de peix, all i pebre de rap, parrilladas y zarzuelas). |
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