La costa de la provincia de Alicante sigue el perfil del cabo de La Nao y debe
su nombre al colorido blanquecino de los acantilados de la zona, derivado de
las rocas calizas que los componen. A lo largo de más de 100 kilómetros se suceden pequeñas calas (Jávea), playas de cantos rodados (Altea), grandes playas de arena (Benidorm) y playas con dunas cubiertas de pinos (Guardamar). El denominador común de todas las localidades de la Costa Blanca son unas excelentes infraestructuras, variadas posibilidades deportivas y una gran animación nocturna.
Principales poblaciones
Alicante o Alacant, la capital de la provincia, no se queda atrás por lo que respecta al dinamismo turístico y a la animación de sus playas durante el verano. La mejor vista de su monumental casco antiguo se obtiene desde el bien conservado castillo de Santa Bárbara, que depara asimismo bellas panorámicas del puerto y de la costa. El antiguo barrio de Santa Cruz resulta particularmente sugestivo para el paseo.
Altea se distingue por la cúpula de color azul brillante de Nuestra Señora del Consuelo, la iglesia situada en la parte más alta de su casco antiguo amurallado. Al pasear por sus pintorescas calles se descubren ventanas y balcones en flor, atractivas tiendas de productos artesanales y un mirador que se abre a la bahía en uno de los flancos de la plaza Mayor. La parte nueva de la ciudad se extiende junto a sus dinámicas playas.
Benidorm goza de un clima particularmente benigno debido a la protección que le brindan las sierras del interior. Esta circunstancia ha favorecido el desarrollo del turismo como en ningún otro lugar de la costa alicantina. Durante los meses estivales miles de personas pueblan los modernos edificios de Benidorm, con el deseo de disfrutar de las inmejorables infraestructuras de ocio de la ciudad y de aprovechar al máximo su proverbialmente animada vida nocturna.
Calpe o Calp se caracteriza por la presencia del inconfundible peñón de Ifac, que alza sus 330 m de roca desnuda frente a esta ciudad turística, con la que está unido por una estrecha franja de tierra. Al peñón se puede subir a pie y también se puede rodear por mar para descubrir sus grutas y disfrutar de las mejores vistas de la costa.
Denia o Dènia fue una de las primeras poblaciones de España que se convirtió en un centro turístico internacional, condición que conserva en nuestros días. La parte antigua de la ciudad está rematada por el castillo medieval y cuenta con los barrios marineros de Baix la Mar y les Roques. El paseo marítimo, con sus terrazas y sus palmeras, constituye un escenario idóneo para el paseo.
Jávea o Xàvia conserva el encanto de su pasado en los edificios de su casco antiguo, engalanados con balcones de hierro forjado que resaltan sobre el blanco inmaculado de la cal que cubre las fachadas. Un ambiente de pulida blancura se respira igualmente en las Aduanas del Mar, el barrio de sabor marinero donde se encuentra la curiosa iglesia de Santa María de Loreto.
Santa Pola vive a partes iguales de la actividad de su nutrida flota pesquera y del turismo, que dinamiza la ciudad en cualquier época del año. El puerto era importante ya en la época de los romanos, quienes construyeron en Santa Pola una fábrica de salazones de la que quedan vestigios. También se puede admirar la llamada Casa Romana, una antigua villa con varias habitaciones y un patio cubierto de mosaico, al estilo de las mansiones señoriales de la Roma antigua.
Torrevieja ofrece un aspecto esencialmente moderno por causa del terrible terremoto que arrasó sus edificios antiguos a finales del siglo XVIII. Los escasos vestigios del pasado datan de época posterior, como el bonito Casino de estilo modernista. Una gran concurrencia turística anima la ciudad en verano y en febrero, durante los Carnavales, que gozan de una gran fama.
Villajoyosa o La Vila Joiosa se singulariza por el alegre y variado colorido de las viviendas de pescadores que miran hacia el mar y por el reputado chocolate que producen las fábricas de la localidad. Su casco antiguo, rodeado de murallas y de torres de vigía, acoge los jueves un atractivo mercadillo.
Curiosidades
Guadalest es un pequeño pueblo situado en el interior de la provincia de Alicante, que cuenta con un castillo construido sobre un peñasco de roca viva, al que se accede por un túnel natural abierto en la roca. Desde el castillo se divisan preciosas vistas de la sierra de Aitana, bañada por las aguas del pantano de Guadalest. El pueblo está repleto de tiendas en las que se vende la típica artesanía de la comarca.
En el mercadillo de artesanía de Torrevieja se venden barcos hechos con sal, que son un recuerdo típico de la población.
Actividades lúdicas
Conocer las antiguas civilizaciones del Mediterráneo y disfrutar de trepidantes atracciones en las instalaciones de Terra Mítica, el parque temático situado cerca de Benidorm.
Visitar el Museo de la Sal en Torrevieja.
Recorrer las Salinas de Torrevieja por los itinerarios recomendados por el Centro de Información del parque natural.
Asistir al Certamen Internacional de Habaneras y de Polifonía, en Torrevieja en julio.
Visitar Cactuslandia, el parque de los cactus y de los papagayos, cerca de Altea.
Pasar unas horas en alguno de los parques-safari instalados en las proximidades de la costa.
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Playa de Levante, en Benidorm
VISITAS RECOMENDADAS
Elche o Elx, una ciudad famosa por su pasado ibérico y por su palmeral.
Cuevas de Canelobre, cerca de Busot, con curiosas formaciones rocosas.
Benissa, localidad situada en el parque natural de la Sierra del Montgó, que merece una visita tanto por su atractivo urbanismo popular como por sus edificios monumentales. |
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ARTESANÍA
Gata de Gorgos es una población cercana a la Costa Blanca que está especializada en la producción y venta de artesanía: cestas de mimbre y de palma, encajes de bolillos, cerámica, guitarras y miniaturas navales. Un magnífico repertorio para los amantes de las compras y de los productos típicos. |
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