Entre las cumbres más elevadas del Pirineo aragonés, que se yerguen en la frontera entre España y Francia, y las llamadas Sierras Exteriores, que descienden hacia las llanuras centrales de la provincia de Huesca, se abre la Canal de Berdún, un valle longitudinal que hace posibles las comunicaciones en una zona que, de otro modo, sería difícilmente accesible.
La Canal de Berdún, por la que discurre la N-240, comienza en Jaca, cuya catedral era etapa obligada para los peregrinos del Camino de Santiago que entraban en España por el puerto de Somport. El moderno palacio de hielo, sede de competiciones internacionales, acoge hoy a otro tipo de peregrinos.
A pocos kilómetros se encuentra el monasterio de San Juan de la Peña, cuna de la nación aragonesa, donde el mejor arte románico está protegido por frondosos bosques de hayas y robles. A escasa distancia hay un mirador con bellas vistas a las cumbres del Pirineo.
Más adelante, en el punto donde la N-240 cruza el río Aragón, arranca la carretera que discurre por el valle de Hecho el cual, con el vecino valle de Ansó, configura un microcosmos de pequeños pueblos serranos con hermosas casas de piedra, rico folclore, paisaje esplendoroso y buenas posibilidades de esparcimiento.
Tras bordear el embalse de Yesa, se entra en Navarra, cuyo centro espiritual estuvo durante la Edad Media en el monasterio de Leire. La hospedería ofrece buena cocina y la posibilidad de un descanso lejos del mundanal ruido.
El bien reconstruido castillo de Javier, cuna de san Francisco Javier, es la antesala de Sangüesa, donde buscaban alojamiento los peregrinos jacobeos antes de proseguir su camino. Iglesias (Santa María la Real) y palacios recuerdan aquella época. Desde Sangüesa, y sin dejar la canal de Berdún, se puede llegar a Pamplona, la capital de Navarra.