pequeños y el único familiar que les queda es su abuela quien fue una vez lider del Clan (la 12va cabeza para decir las cosas como son). Además Subaru está destinado a usar unos guantes que no puede sacarse por nada del mundo. El punto es que Subaru gracias (o desgracias) a sus poderes se encarga de luchar contra espíritus malignos y defender a las personas inocentes en la colosal urbe japonesa. Lo más interesante de todo esto, que por ahora no suena muy divertido, es que Subaru es una persona muy tímida, amable y en cierto modo inocente. Al tener que resolver diferentes casos en los que se involucran médiums y espíritus empieza a conocer la miseria humana: Gente con gran sufrimiento, miedo y desesperación causado en muchos casos por otras personas que tan solo buscan su propio bienestar, aunque lastimen a los demás. Todo esto impacta mucho en el modo de pensar y de sentir del personaje

principal de "Tokyo Babylon" llevándolo a ser una figura opaca, el clásico personaje sufrido y triste que a la vez encuentra su contraparte en su hermana quien es todo lo contrario en lo que a personalidad respecta. Este es el punto inicial para una historia que ya se va tornando un poco más interesante. Pero si no hubiese un poquito de emoción no sería una obra digna de llevar el sello de las "Clamp". La historia prosigue y Subaru conoce a un veterinario de 25 años llamado Seishiro Sakurazuka de quien se hace muy amigo. Seishiro además funciona como el apoyo que necesita Subaru para seguir adelante con su tortuoso trabajo en el que frecuentemente se encuentra con asesinatos, violaciones y todo tipo de aberraciones que un ser humano puede llegar a realizar. Seishiro le dice a menudo que la realidad de la sociedad dista de ser un sueño y que muchas veces herimos los sentimientos de los demás como otras tantas los heridos somos nosotros. Pero este enigmático personaje es poseedor de poderes similares a los de Subaru aunque este lo ignora y en muchos casos lo ayuda sin que él se de cuenta a resolver situaciones bastante complicadas. Así ambos personajes se van aproximando cada vez más el uno al otro hasta el punto tal que Subaru comienza a enamorarse de Seishiro. Aunque no los espera un mismo destino. En uno de sus casos Subaru se encuentra con un chico enfermo que necesita un riñon. Al investigar se da cuenta que la hermana, que padecía una enfermedad similar, murió aunque fue transplantada con un riñon, el de su madre quien solo podía donar uno. La espera por el bendito órgano se hace eterna y Subaru se decide a donar a su riñon para salvar al pequeño. Cuando va darle la noticia a la madre, esta intenta acuchillarlo para poder sacarle el riñon. Subaru no se resiste ya que piensa dar su vida por Touya (el pibe) pero Seishiro se interpone y pierde su ojo derecho en la confrontación. Ahora Subaru se siente culpable de lo que le pasó a su "amiguito" y se odia a sí mismo por esto pero Seishiro le dice que no se lamente, que él se metió en el medio porque quiso. Subaru se aviva de que está enamorado de él y va a decirseló pero al entrar a la habitación de Seishiro se encuentra dentro de una ilusión (maboroshi) creada por el receptor de su amor. Dentro hay un árbol de cerezo y Seishiro al lado de él. Es ahí cuando el personaje se revela como alguien del pasado del protagonista. En realidad Seishiro es la cabeza del clan "Sakurazukamori"
("Guardián de la Tumba de Pétalos del Cerezo"). Clan compuesto por un solo miembro ya que el título se hereda matándo al sucesor. Son asesinos que no sienten ninguna emoción. La cosa es así... Hace mucho tiempo Seishiro debía matar a Subaru (cuando era un chico) porque lo vio
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