Es un centro de investigaci≤n dedicado al estudio del cielo y dotado de unos instrumentos
para la observaci≤n de los fen≤menos celestres. El concepto de observatorio astron≤mico
ha experimentado una profunda evoluci≤n con el pasar del tiempo. Antiguamente, cuando la
astronomφa estaba φntimamente ligada a las creencias religiosas, los observatorios
coincidφan con los templos destinados al culto de las divinidades. Es en la Edad Media
cuando se afirma la concepci≤n de observatorio como lugar de reuni≤n de astr≤nomos e
instrumentos. En los siglos sucesivos el observatorio se instala, por lo general, en una torre
elevada de la ciudad. Sin embargo, despuΘs de los primeros decenios del siglo xx se
manifiesta la exigencia de alejarse de la contaminaci≤n quφmica y luminosa de las metr≤polis: asφ se establecen los observatorios en lugares desΘrticos y elevados, donde el cielo
nocturno es oscuro y el n·mero de dias serenos cada a±o es muy elevado. Desde los a±os
sesenta, por ·ltimo, gracias a los extraordinarios progresos de la fφsica espacial y de las
tΘcnicas de exploraci≤n automßtica del espacio, se inici≤ la construcci≤n de los
observatorios astron≤micos orbitales. En esta voz no se habla de los observatorios
radioastron≤micos, que se tratan en la voz Radioastronomφa.
La historia. Los primeros observatorios de los que se tiene noticia, nacen en el tercer
milenio antes de Cristo en Egipto y en Babilonia, son dirigidos por los grandes sacerdotes
que se dedican al culto de los astros y tienen, predominantemente, la funci≤n de establecer
los calendarios y prever los espectaculares fen≤menos a los que se les atribuye un
significado astrol≤gico, como los eclipses. Famosos son los grandes templo-observatorios
egipcios de Amon-Ra y de Hatdedicados al Sol y construidos de manera que una vez al
a±o, en la Θpoca del Solsticio, un rayo de Sol atravesara la majestuosa construcci≤n por
entero hasta llegar a la nave.
Al siguiente milenio se remonta la primera construcci≤r de grandes templos-observatorios
megalφticos en Inglaterra, como el de Stonehenge. TambiΘn la astronomφa china tiene raφces
antiquφsimas: muchas cr≤nicas que nos llegaron a travΘs de los jesuitas misioneros, que se
trasladaron a aquellas regiones siguiendo las huellas de Marco Polo, nos cuentan de un
gran observatorio que se levantaba sobre la Monta±a Imperial, cerca de Nankin, donde se
llevaba a cabo lo que se dirφa una vigilancia continua de los fen≤menos celestes. De todos
modos, parece que el primer gran observatorio dotado de instrumentos (no ≤pticos se entiende) para medir el tiempo y determinar las coordenadas de los astros, fue fundado en
Samarcanda por obra del astr≤nomo persa Ulug Beg (1394-1449). Aquφ se recopil≤ un
catßlogo estelar conteniendo las posiciones de 994 estrellas, que puede considerarse una
edici≤n puesta al dφa del catßlogo de Tolomeo y de Hiparco. Mßs tarde, en 1576, Tycho de
Brahe construy≤ en la isleta de Hven, en el estrecho de Sund, el observatorio astron≤mico
mßs grande de su Θpoca y lo llam≤ Uraniborg. Allφ existφan instrumentos hechos construir
por el propio astr≤nomo, ahora ya en desuso, como la esfera armilar, cuadrante mural, etc.
Gracias a ellos, Tycho de Brahe logr≤ realizar precisas observaciones que permitieron a
Kepler descubrir sus tres famosas leyes del movimiento planetario. Se trataba de
instrumentos carentes de la parte ≤ptica, con lo que todo tipo de medidas eran efectuadas
observando a simple vista. En el siglo siguiente, exactamente en 1609, hace su aparici≤n en
la astronomφa el primer telescopio construido por Galileo Galilei: para los observatorios
astron≤micos este descubrimiento tuvo el significado de una revoluci≤n.
Los primeros grandes observatorios nacionales dotados de un telescopio son fundados en
Parφs y Londres, hacia finales del siglo XVII Sin embargo, los telescopios gigantes de
aquellos tiempos son obra, tanto en dise±o como en construcci≤n, de colosos de la
astronomφa como William Herschel, que en 1789 realiza un reflector de 182 cm., y Lord
Rosse, que en 1845 pone a punto un reflector de 182 cm.
Llegamos asφ a la Θpoca de los modernos observatorios astron≤micos fuera de las
ciudades. En 1888 es fundado el Lick Observatory, situado a 1.300 m. de altura en el Monte
Hamilton, California. Estß dotado de un refractor de 91 cm. Este instrumento es rßpidamente
superado por el de 102 cm. del Yerkes Observatory, fundado en 1897 en Wisconsin, que
a·n hoy sigue siendo el telescopio de lente mßs grande realizado por el hombre. Con Θl, en
efecto, se ha llegado a los lφmites de dißmetro mßximo posibles para una lente de objetivo.
Los telescopios modernos. Con el comienzo del siglo xx, los grandes observatorios apuntan
hacia la realizaci≤n de los superreflectores. En efecto, ya en 1917, gracias al genio y
esfuerzo de George Ellery Hale, el reciΘn nacido observatorio de Mount Wilson se enriquece
con el mastod≤ntico reflector de 2,54 m. y, pasados apenas treinta a±os, se duplica la
medida con la construcci≤n del famoso reflector de 5 m. de dißmetro de Mount Palomar.
Este es considerado a·n hoy, por los profanos, como el telescopio mßs grande del mundo,
aunque en realidad ha sido superado en 1975 por el reflector de 6 m. de dißmetro realizado
en Zelencjukskaja, en la Uni≤n SoviΘtica.
En los ·ltimos a±os, el concepto de grandes observatorios astron≤micos, entendidos como
un polo aislado de desarrollo de la astronomφa de una naci≤n, ha sido sustituido por el
concepto de grandes institutos de astronomφa, que dirigen varios observatorios situados en
regiones distantes en un mismo paφs, o incluso en paφses diferentes, y dedicados a
investigaciones especφficas en el ßmbito de la astrofisica, etc.
Una de las mßs importantes entre estas instituciones es la AURA (Association of
Universities for Research in Astronomy), que coordina el trabajo de grandes y modernφsimos
observatorios como el de Kitt Peak en Arizona (que fue fundado en 1960 y posee la mayor
concentraci≤n de instrumentos, entre los cuales hay un reflector de 4 m. de dißmetro y el
mayor telescopio solar del mundo, con 150 cm. de dißmetro y 100 m. de distancia focal), y
el de Cerro Tololo en Chile, que puede considerarse un observatorio gemelo al de Kitt Peak.
Este ·ltimo posee un gran reflector de 4 m. de dißmetro, el mayor disponible en el
hemisferio Sur. Otras grandes instituciones que dirigen el funcionamiento de observatorios
notables son la ATT (AngloAustralian Telescope), cuyo mayor instrumento consiste en un
reflector de 3,8 m. en Siding Spring, Australia, y el ESO (European Southern Observatory),
formado por un consorcio de naciones europeas que han realizado un complejo de
instrumentos, entre los que destaca un reflector de 3,6 m. de dißmetro, en Cerro La Silla,
Chile. TambiΘn es relevante el complejo internacional de Mauna Kea en Hawaii, donde
convergen grandes observatorios ingleses (3,8 m.), franco-americanos (3,6 m.) y
americanos (3,2 m.).
La generaci≤n de los observatorios astron≤micos orbitales, que ha visto la luz a mediados
de los a±os sesenta, ha abierto excepcionales perspectivas de desarrollo a la astronomφa.
En efecto, mßs allß de la capa atmosfΘrica no s≤lo son posibles medidas astron≤micas de
gran precisi≤n, sino que tambiΘn se pueden realizar estudios sobre emisiones en longitudes
de onda no filtradas por la atm≤sfera. DespuΘs de los primeros modelos de observatorios
orbitales (OAO, OSO, etc.), se ha pasado a instrumentos mßs sofisticados, como los
satΘlites HEAO, Iris, Hipparcos. La realizaci≤n mßs importante de la dΘcada de los ochenta
consiste en el Space Telescope, con el cual serß posible descubrir si algunas estrellas estßn
acompa±adas de planetas. TambiΘn los astronautas que han pasado largos perφodos en
≤rbita terrestre se han convertido en astr≤nomos, como ha sucedido con la tripulaci≤n del
Skylab que ha llevado a cabo importantes observaciones sobre el Sol y el cometa Kohoutek.
Sin embargo, nos parece prematuro afirmar ahora que la astronomφa de tierra estß pr≤xima
a desaparecer. En efecto, la mayorφa de los cuerpos celestes emite en el espectro visible, y
por lo tanto debe esperarse que los observatorios terrestres sean potenciados, como de
hecho ya estß sucediendo. El objetivo ya no serß la creaci≤n de espejos de mayor abertura,
porque se estß en el lφmite pasado el cual la utilidad no crece ya proporcionalmente con la
superficie del espejo reflector; la tendencia actual es hacia la realizaci≤n de espejos
m·ltiples que envφan sus rayos luminosos hacia un ·nico foco. Un instrumento de este tipo,
el Multi-Mirror Telescope, ha sido colocado en Arizona y consiste en seis espejos contiguos
de 180 cm. cada uno, cuyas imßgenes se hacen coincidir con un sistema electr≤nico. Se
obtiene asφ un resultado equivalente al de un simple espejo de 4,4 m., pero con un notable
ahorro: la construcci≤n de un solo elemento reflector de estas dimensiones habrφa requerido
mucho mßs dinero y trabajo que la construcci≤n de los seis peque±os espejos. La
Universidad de California proyecta para el futuro un telescopio con 60 elementos reflectores
de 140 cm. cada uno, equivalentes a un inmenso espejo de 10 m. de dißmetro. Tanto estos
instrumentos de vanguardia como los tradicionales serßn cada vez mßs sofisticados, debido
al desarrollo de la microelectr≤nica y la informßtica. Ya ahora es posible para un astr≤nomo
aprovechar sus horas de observaci≤n con un gran instrumento, sentado c≤modamente en la
habitaci≤n de su instituto universitario, controlando el telescopio a distancia a travΘs de un
terminal conectado a una computadora central que realiza todas las funciones del gran