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La Tomatina
AGOSTO
Buñol se asienta en la Hoya rodeada de montañas que lleva su nombre. La población conserva vivas las huellas de su pasado en el castillo del siglo XIII y en la iglesia de San Pedro Apóstol. En los alrededores hay parajes de gran belleza natural, como la cueva Turche, en la que cae una enorme cascada en época de lluvias.
A tomatazo limpio
El más destacado de los actos que animan las Fiestas patronales en honor de San Luis Beltrán es la Tomatina, un festejo de gran arraigo popular, que cada año convoca a mayor número de propios y extraños. Se cuenta en Buñol que la Tomatina tiene su origen en una pelea de jóvenes allá por el año 1945, que comenzó a puñetazos y acabó con el lanzamiento de los tomates expuestos al público en una tienda cercana. La batalla de tomates se celebra desde entonces y se rige por unas ciertas normas.
El día señalado, a las 10 de la mañana, los participantes empiezan a gritar pidiendo agua y tomate, mucho tomate. Una hora después la multitud se reúne en la Plaza y en las calles colindantes a la espera de que lleguen los camiones cargados con toneladas de tomates. A las 11 en punto, cuando suena la primera carcasa, los remolques se basculan y dejan caer su carga sobre el gentío, que desaparece inmediatamente bajo una nube de tomates, previamente aplastados para que nadie se haga daño. El primer tomatazo despierta a los despistados y el segundo los pone en pie de guerra. Los sesenta minutos de la lucha transcurren entre empujones, resbalones y baños en salsa de tomate. El jolgorio y la desinhibición son mayúsculos. Da la impresión de que la algarabía reinante impedirá oír el sonido de la segunda carcasa, la que marca el final de la batalla. Pero no. En un instante vuelve la calma y los aguerridos combatientes se retiran para darse una buena ducha en alguno de los lugares habilitados para ello por el Ayuntamiento. El más popular es el paraje natural denominado La Jarra, que se convierte en centro de peregrinación una vez finalizada la gran batalla a tomatazos. En poco más de una hora, el centro de Buñol está como si nada hubiera pasado y, después de la comida, los participantes se apuntan a la siesta popular, tan tradicional como la propia Tomatina.
La fiesta se completa con juegos como el del «palo jabón», un poste enjabonado por el que escalan los más intrépidos para hacerse con el jamón situado en su parte superior.
 
Momento culminante de la Tomatina de Buñol

DATOS INFORMATIVOS

Lugar:
Buñol (Valencia).

Fecha: Último miércoles de agosto.

Información telefónica: Ayuntamiento de Buñol, tel.: 962 500 151.

Información en Internet: www.lahoya.net/
ayuntamiento