home
***
CD-ROM
|
disk
|
FTP
|
other
***
search
/
Spanish Scene 2
/
SpanishScene2.iso
/
VARIOS
/
RELATOS
/
DIR_ISO_VARIOS
/
krazy.txt.ISO
< prev
next >
Wrap
Text File
|
1997-02-13
|
7KB
|
131 lines
----------------------------------------------------------------------------
Boletin de El Libro de Arena
Tema: Entrevistas con autores de Ciencia Ficcion
Puesto o actualizado el 27 de marzo de 1990.
----------------------------------------------------------------------------
MICHAEL MOORCOCK: ANECDOTARIO DE UN MULTIESCRITOR
El pasado mes de noviembre Michael Moorcock, autor de
numerosos ciclos de novelas llevados al cómic por la
editorial norteamericana First Comics (traducidos a nuestro
idioma por Tebeos S.A.) visitó nuestro país invitado por el
Instituto Británico en colaboración con Ediciones Martínez
Roca. Alejo Cuervo tuvo ocasión de charlar con él y nos
ofrece una aproximación a la figura del escritor.
Michael Moorcock (nacido en Londres en 1939) ha hecho un poco
de todo en su vida, y seguro que no hemos oído hablar de la mitad
de ello. Sólo en su faceta de escritor puede apreciarse ya su
afán por tocar todas las formas de escritura y géneros
posibles: ciencia ficción, fantasía, ensayo, poesía, narrativa
histórica y contemporánea... y, por supuesto, otro de los
aspectos de la literatura que le ha brindado la fama: el trabajo
de "editor" cuando dirigió la revista <New Worlds>.
Si hay algo que puede afirmarse de su carrera como escritor --y
que el propio Moorcock tiene presente-- es la inmesa
suerte que le ha acompañado siempre. Sus trabajos más
importantes y la dirección hacia la que ha dirigido siempre sus
mayores esfuerzos son de carácter revolucionario e incluso
contracultural, algo que generalmente no suele reportar dinero.
Apenas contaba 25 años cuando se hizo cargo de la dirección de
<New Worlds> en 1964, cuando las ventas de la revista andaban ya
de capa caída pese a estar considerada la más influyente del
género en Inglaterra.
Moorcock habla con una mezcla de orgullo y nostalgia de
aquellos tiempos, y siempre en plural: "Eramos rebeldes. Nos
enfrentamos al conformismo de un género
anquilosado y que se encontraba desconectado de los problemas más
acuciantes de la época. Nosotros queríamos una <ficción
especulativa> que se centrara en el hombre, en sus problemas y en
el impacto de las nuevas tecnologías sobre su vida cotidiana."
Era una generación joven que vivió el surgir de la cultura
moderna en los años 60 y que no encontró en la literatura popular
ningún eco satisfactorio de sus inquietudes; cargaron un poco
contra todo y contra todos, desde las propias formas de
escritura, realizando experimentos impensables al otro lado del
charco, hasta la exploración de temás tabú como el sexo, las
drogas y la religión, "temas fundamentales de la literatura
general que se dejaban de lado en las revistas de género."
Incluso ahora no deja escapar la ocasión de remover viejas
heridas y recuerda una vez más que "buena parte de los escritores
establecidos de la ciencia ficción habían firmado la
declaración en favor de la intervención norteamericana en
Vietnam."
Cuando es interrogado sobre las vicisitudes de su época de
editor, confiesa llanamente que "<New Worlds> siempre perdía
dinero. Era el instrumento de nuestra rebeldía y continuamente
teníamos que pagar de nuestro bolsillo las facturas de la
imprenta." Aquí utiliza de nuevo el plural, pero es bien sabido
que fue él quien cubrió los déficits de la revista en numerosas
ocasiones. Paradójicamente, eso es lo que le ha solucionado la
vida: los primeros relatos de su personaje Elric fueron escritos
por encargo, pretendiéndose que fueran relatos "como los de
Conan". Sus innumerables novelas de fantasía y todo el ciclo del
Multiverso surgieron de esta manera: cada vez que Moorcock
necesitaba dinero, se sentaba y escribía una nueva novela,
generalmente en unos pocos días. "Tengo una facilidad enorme
para escribir fantasía. Normalmente, las novelas se escriben
solas y la mayoría han estado acabadas en tres días."
En estos momentos acaba de publicarse en Inglaterra una nueva
novela dedicada a Elric: <The Fortress of the Pearl>, a la que
seguirá otra relacionada y con la que se cierra, una vez más, el
ciclo del albino. "Será la última novela de Elric. Bueno,
supongo que será la última... he dicho ya tantas veces que una
nueva novela era la última estando plenamente convencido de ello
que ya no quiero dar nada por sentado." La pregunta inmediata
que se le hace es, por supuesto, ¿dónde encajan estas nuevas
novelas? (En la hasta ahora sexta y última novela de Elric,
<Stormbringer>, Moorcock, literalmente, se cargaba el universo.)
"Bueno, la acción transcurre entre la primera y la segunda
novela, antes de que Elric asalte Melniboné."
Al interrogarle sobre su forma de trabajo (uno no puede dejar
de sospechar que eso de escribir novelas en tres días, y que
encima le salgan como le salen, tiene que tener truco) y si ya se
ha convertido al ordenador, Moorcock da una nueva sorpresa: "No,
no uso ordenador. De hecho, la mayor parte de las veces ni
siquiera uso máquina de escribir. Prefiero escribir a mano.
Además, necesito escribir de día, con la luz del sol. No me
gusta la luz artificial." La impresión que se recibe es de que
Moorcock, al menos en la actualidad, vive muy bien: cuando
no quiere ser molestado, se va. Pasa la mitad del
año entre Mallorca y Marruecos, en busca de la luz solar que le
permite desarrollar esa impresionante capacidad de escribir que
demuestra, bien lejos de las nieblas y los editores londinenses.
En Barcelona se detuvo una tarde para firmar ejemplares de sus
libros en la librería Gigamesh. La cola de aficionados duró un
par de horas. Entre ellos no faltó quien le preguntara, trayendo
algún ejemplar de las adaptaciones al cómic bajo el brazo, cuál
era su opinión al respecto de las mismas. La respuesta de
Moorcock referida a los cómics, a los juegos de rol basados en
sus personajes o a cualquier adaptación de su obra es siempre
invariable: "Una vez he escrito un libro, éste pertenece al
público. Todo lo que se haga es siempre para bien." Por otra
parte, en un ambiente quizá más distendido confesó que las series
de First Comics resumían fielmente sus libros. "Siempre que
tengo que repasar lo que había pasado en una novela antigua me
releo los tebeos: es mucho más rápido."
Quedan muchas cosas fuera. Su optimismo peremne, su fé en la
naturaleza humana; el moralismo de toda su obra, sus trabajos más
recientes y ambiciosos de narrativa general; su vinculación con
la música rock; su fijación con el mar y el origen del tatuaje
que luce en su brazo. Como el Multiverso, Moorcock está lleno de
recovecos insospechados tras los cuales quedan siempre nuevas
facetas por descubrir...
Alejo Cuervo
Fin del boletin, gracias por leerlo.